sábado, 2 de septiembre de 2017

Control nervioso y comportamiento. Tipos de sinapsis y neurotransmisores

La sinapsis es la comunicación funcional entre las neuronas que permite transformar una señal eléctroquímica (potencial de acción) en una señal química capaz de atravesar el espacio sináptico.
Según el mecanismo de propagación, existen dos tipos de sinapsis: eléctrica y química.
La sinapsis eléctrica ocurre entre neuronas conectadas estrechamente por canales proteicos llamados conexones, que transmiten iones de neurona a neurona. Son las sinapsis menos frecuentes, se han encontrado en algunos invertebrados como, por ejemplo, los cangrejos.
La sinapsis química tiene lugar entre neuronas que están separadas por un espacio sináptico a través del cual los neurotransmisores, al unirse con receptores específicos de la membrana postsináptica, permiten la propagación del impulso nervioso (potencial excitador postsináptico) o impiden la transmisión del impulso nervioso (potencial inhibidor postsináptico) en la neurona postsináptica. La acción de los neurotransmisores puede ser interferida por el consumo de algunas drogas como la morfina (fig. 2).
Una vez que los neurotransmisores cumplen su función deben ser eliminados del espacio sináptico para el correcto funcionamiento de la sinapsis. Esto puede ocurrir de dos formas: enzimas específicas destruyen al neurotransmisor o bien los transportadores de neurotransmisores los llevan hasta la membrana de la neurona presináptica que los había liberado (recaptación).
Además de sinapsis entre neuronas, también existen sinapsis entre neuronas y células motoras o musculares (fig. 1). 
Figura 1. Esquema de una sinapsis química muscular

Figura 2. Efecto de la morfina en la sinapsis química

La morfina se une a receptores nerviosos ubicados en neuronas del cerebro y de la médula espinal. Estas neuronas son parte de vías que conducen impulsos nerviosos para el dolor. Debido a esta capacidad de la morfina, se le utiliza para reducir el dolor y producir sedación. Las neuronas moduladoras participan en la regulación de la actividad de los neurotransmisores en la sinapsis. En el caso de la figura 2, la encefalina es el neurotransmisor de la neurona moduladora. La morfina se une a los receptores de la
membrana presináptica inhibiendo la liberación de los neurotransmisores desde la neurona presináptica hacia el espacio sináptico. Gracias a este proceso se interrumpe la transmisión de impulsos nerviosos para el dolor.

Fuente: http://www.educarchile.cl/ech/pro/app/detalle?ID=136129

miércoles, 30 de agosto de 2017

Sistema Nervioso Autónomo

El sistema nervioso vegetativo o autónomo, también llamado neurovegetativo o involuntario, regula y coordina las funciones que son involuntarias, inconscientes y automáticas.

Los centros superiores del Sistema Nervioso Autónomo se localizan en la zona lateral gris de la médula espinal, en el bulbo raquídeo y en el hipotálamo, y de ellos surgen nervios que llegan hasta los distintos órganos.

Se divide en dos sistema nervioso autónomo: el simpático y el parasimpático. Las funciones de uno y otro son antagónicas, logrando así un balance funcional que tiende a mantener la homeostasis corporal.

Sistema Nervioso Simpático: se encarga de activar la mayor parte de los órganos del cuerpo para que trabajen de forma más intensa, salvo los relacionados con la digestión.
Sistema Nervioso Parasimpático: relaja la actividad de la mayoría de los órganos, menos los relacionados con la digestión.

Casi todos los órganos están inervados por ambos S.N.A., Simpático y Parasimpático, que ejercen sobre ellos acciones antagónicas. Como excepción, se puede destacar las glándulas sudoríparas, los músculos erectores del pelo, los riñones y la mayoría de los vasos sanguíneos, que sólo reciben inervación simpática, mientras que las glándulas lacrimales únicamente poseen conexiones parasimpáticas.

El sistema simpático activa al organismo para situaciones de emergencia, como respuestas de lucha y huída, aumentando la frecuencia cardiaca y la presión sanguínea, acelerando el ritmo respiratorio y dilatando las vías respiratorias, elevando la concentración de glucosa en sangre, estimulando la liberación de adrenalina y noradrenalina, e inhibiendo los sistemas que no participan en las situaciones de estrés, como el aparato digestivo.
El sistema parasimpático, por el contrario, regula las actividades que tienden a conservar energía en los periodos de descanso o recuperación: disminuye la frecuencia cardiaca y estimula las funciones digestivas.
Algunas de las principales acciones antagónicas de los sistemas simpático y parasimpático son las siguientes:

SimpáticoIncrementa el gasto energético frente a condiciones adversas:
Dilata la pupila
Acelera el ritmo cardíaco
Vasoconstricción arterial
Disminuye el peristaltismo intestinal
Aumenta la secreción de las glándulas sudoríparas
Relaja la musculatura bronquial
Parasimpático: Evita un excesivo gasto energético:
Contrae la pupila
Disminuye el ritmo cardíaco
Vasodilatación arterial
Aumenta el peristaltismo intestinal
Disminuye la secreción de las glándulas sudoríparas
Contrae la musculatura bronquial