Iván Petróvich Pávlov (en ruso, Ива́н Петро́вич Па́влов; Riazán, 14 de septiembre jul./ 26 de septiembre de 1849 greg.-Leningrado, 27 de febrero de 1936) fue un fisiólogo ruso.
Pávlov es conocido sobre todo por formular la
ley del reflejo condicional que por un error en la traducción de su obra al
idioma inglés fue llamada «reflejo condicionado», la cual desarrolló a partir
de 1901 con su asistente Ivan Filippovitch Tolochinov, al tiempo que en EE. UU.
Edwin Burket Twitmyer realizaba observaciones similares. Pavlov observó que la
salivación de los perros que utilizaban en sus experimentos se producía ante la
presencia de comida o de los propios experimentadores, y luego determinó que
podía ser resultado de una actividad psicológica, a la que llamó «reflejo
condicional». Esta diferencia entre «condicionado» y «condicional» es
importante, pues el término «condicionado» se refiere a un estado, mientras que
el término «condicional» se refiere a una relación, que es precisamente el objeto
de su investigación.
Las observaciones originales de Pávlov eran
simples. Si se ponen alimentos o ciertos ácidos diluidos en el hocico de un
perro hambriento, éste empieza a segregar un flujo de saliva procedente de
determinadas glándulas. Este es el reflejo de salivación, pero eso no es todo.
Pávlov observó que el animal también salivaba cuando la comida todavía no había
llegado al hocico: la comida simplemente vista u olida provocaba una respuesta
semejante. Además, el perro salivaba ante la mera presencia de la persona que
por lo general le acercaba la comida o cualquier otro estímulo que
sistemáticamente la anunciara. Esto llevó a Pávlov a desarrollar un método
experimental para estudiar la adquisición de nuevas conexiones de
estímulo-respuesta. Indudablemente, las que había observado en sus perros no
podían ser innatas o connaturales de esta clase de animal, por lo que concluyó
que debían ser aprendidas (en sus términos, condicionales). El primer paso,
cuando se realiza este experimento, es familiarizar al perro con la situación
experimental que va a vivir, hasta que no dé muestras de alteración, sobre todo
cuando se le coloca el arnés y se lo deja solo en una sala aislada. Se practica
una pequeña abertura o fisura en la quijada del perro, junto al conducto de una
de las glándulas salivares. Luego, se le coloca un tubito (cánula) de cristal
para que salga por él la saliva en el momento en que se activa la glándula
salivar. La saliva va a parar a un recipiente de cristal con marcas de
graduación, para facilitar su cuantificación.
La magnitud de las respuestas a los diferentes
estímulos puede medirse por el volumen total o el número de gotas segregadas en
una determinada unidad de tiempo. Desde la habitación contigua, y a través de
un cristal, el experimentador puede observar el comportamiento del perro,
aplicando los estímulos y valorando las respuestas. Antes de empezar el
experimento, Pávlov midió las reacciones de salivación a la comida en el
hocico, que fue considerable, mientras que salivó muy poco sometido al estímulo
del sonido. A continuación, inició las pruebas de condicionamiento. Hizo sonar
el metrónomo (estímulo neutral), e inmediatamente después presentó comida al
animal (estímulo incondicional), con un intervalo muy breve. Repitió la relación
entre este par de estímulos muchas veces durante varias semanas, siempre cuando
el perro estaba hambriento. Después, transcurridos varios días, hizo sonar
solamente el metrónomo y la respuesta salival apareció al oírse el sonido, a
pesar de que no se presentó la comida.
Se había establecido una relación condicional
entre la respuesta de salivar y el sonido que originalmente no provocaba la
salivación. Se dice entonces que la salivación del perro ante la comida es una
respuesta incondicional; la salivación tras oír la campana es una respuesta
condicional que depende de la relación que en la historia del sujeto ha
existido entre el sonido y la comida. El estímulo del sonido del metrónomo que
originalmente era neutro funciona ahora como un estímulo condicional. Este
estímulo condicional (sonido), funciona para el sujeto con esa historia como
una señal que avisa que el estímulo incondicional (comida), está a punto de
aparecer.
Finalmente, se llamó refuerzo al fortalecimiento
de la asociación entre un estímulo incondicional con el condicional. El
reforzamiento es un acontecimiento que incrementa la probabilidad de que ocurra
una determinada respuesta ante ciertos estímulos. La definición de
condicionamiento clásico o respondiente es la formación (o reforzamiento) de
una asociación entre un estímulo originalmente neutro y una respuesta (por lo
general un reflejo o una secreción glandular, como en el caso de la
salivación). Los principios del condicionamiento respondiente se utilizan,
entre otros, para la adquisición de hábitos como el control de esfínteres. Los
estímulos pueden clasificarse en sensoriales, propioceptivos y verbal.
Actividades
- ¿Qué relación tiene este experimento con el modelo estímulo-procesamiento-respuesta? Identifica los órganos receptores y los efectores
- ¿Qué conocimiento aportó la investigación de Pavlov?
- ¿Te parece que esta investigación pudo generar otros problemas científicos? ¿Cuáles?
- Averigua que investigaciones en relación con el ser humano pudieron desprenderse a partir de esta.
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